» GOCE SEXUAL BAJO LOS VELOS «

20 Abr

 

En Arabia Saudí, oscurantista y poderoso reino de la represión áraboislámica, siempre ha estado prohibido el día de san Valentín, que en cambio en Beirut es día de fiesta popular. Escaparates de almacenes y tiendas no sólo de barrios cristianos sino musulmanes, suníes y chiíes, se decoran los días previos con prendas de vestir rojas: blusas, medias, tangas y toda suerte de objetos de regalo con el color de la sangre.

En uno de los principados de la península arábiga, cuna del islam y bendecida con los yacimientos de petróleo, se encuentra Dubái, que pretende ser ejemplo de la cosmopolita ciudad globalizada del Golfo. Allí, una mujer, Widah Looth, ejerce de prominente consejera matrimonial del gobierno de la rica federación de los Emiratos Árabes. Con su libro Gran secreto. Guía sexual de las parejas casadas ha roto un tabú muy arraigado en esta sociedad árabe, sin poner en entredicho la moral del islam.

Pese a la apariencia puritana y ultraconsevadora de Looth, cubierta de la cabeza a los pies con un negro ropaje que sólo le deja libres los ojos, para «emular las mujeres del profeta Mahoma», como ella afirma, es una defensora del goce sexual en el ámbito permitido de la religión islámica; es decir, en el seno del matrimonio y excluyendo el sexo anal.

La consejera sentimental prepara un segundo y atrevido volumen en torno a la homosexualidad, considerada una enfermedad o vicio antinatura por gran parte de la población, que ya ha sido sometido a censura. En esta obra se ha propuesto exponer sus efectos sobre la institución matrimonial.

Desde hace decenios, es muy popular en la amplia y matizada sociedad islámica un opúsculo sobre el comportamiento que debe tener la mujer casada para complacer y colmar de gozo a su esposo, escrito nada menos que por el imán Jomeini.

Widah Looth expresa con franqueza sus opiniones teniendo muy en cuenta citar versículos del Corán, al afirmar, por ejemplo, que no hay que interpretar que el sexo esta relacionado sólo con la reproducción en el islam, excluyendo el goce y el placer de la carne.

Como consejera de asuntos matrimoniales en los tribunales de Dubái, donde no se tratan estas cuestiones públicamente, está convencida de que muchos de los problemas de las parejas casadas provienen de sus relaciones sexuales. Su libro, publicado en el 2009, provocó insultos y condenas e incluso amenazas de muerte.

Esta pionera del goce sexual intenta que las autoridades del emirato promuevan la educación sexual en las escuelas, empezando por la formación de los profesores y el conocimiento de los adultos.

Como ha escrito Yumana Hadad, poeta libanesa y editora de la revista El Yisim (el cuerpo) en su ensayo Sherezade, es frustrante ver cómo una sociedad que había vivido durante siglos en un ambiente de mayor libertad de costumbres, que había producido obras maestras de la literatura erótica, ha sido precipitada a esta hipócrita intransigencia, a esta brutal represión del placer del sexo.

 

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